“Cuando vi el humo, que ya no se miraba, pues sí grité, yo dije: ‘será que me muero’. Gritaba ‘¡ayuda!, ¡ayuda!’. Y nadie nos escuchó”, recuerda Brayan Eduardo, uno de los 27 sobrevivientes del incendio de la estancia migratoria de Ciudad Juárez, suscitado el 27 de marzo de 2023..
“Luego quise correr hacia el baño pero ahí estaba todo el montón de migrantes, todos reunidos… Cuando ya el humo era muy, muy intenso, el respiro, en lo que respiro, sentí todo el cuerpo caliente, caliente y fue en cuestión de minutos que sentí que desmayé”.
“De ahí sí ya no recuerdo nada”.
Estos son momentos que Brayan Eduardo Flamenco Quinteros, de 28 años, relata de lo que vivió la noche del 27 de marzo del 2023 en la estancia del Instituto Nacional de Migración de Ciudad Juárez, donde ocurrió un incendio por la quema de colchonetas del lugar que provocó la muerte de 40 migrantes extranjeros.
Te puede interesar: Mujeres, las víctimas no reconocidas del incendio
Él sufrió lesiones en un pulmón, en los riñones y quemaduras de vías aéreas. Permaneció un mes inconsciente, intubado en un hospital de la Ciudad de México, a dónde se le trasladó para recibir atención médica, muy lejos de su tierra en El Salvador, y lejos del lugar al que se dirigía en Estados Unidos.
La pérdida del conocimiento se le prolongó a Brayan por 30 días. Despertó del coma durante la última semana de abril.
“Cuando despierto, estaba una enfermera a mi cuidado, creo que le avisó a un doctor que había despertado… Creo que yo estaba con un tubo”.
“Comienzo a despertar, confundido, no sabía ni a dónde estaba, qué había pasado conmigo”.
“El doctor solo me mencionó que estaba en la Ciudad de México, que estaba intubado, que había tenido una lesión de los pulmones por lo que había pasado… Aún queriendo recuperar bien, bien, la mente, no entendía ni le creía lo que me había pasado”.
“¿Qué pasó?”, preguntó entonces a su mamá, quien lo acompañó en el hospital.
“Lo que cuenta mi madre es que tuve un proceso largo durante todo un mes inconsciente, en el cuál a ella nunca le daban una noticia buena. Cada día estaban empeorando más y más… No miraba que yo me estaba recuperando”.
“A la semana que ya fui recordando”.
“Recuerdo que angustiado gritaba: ¡Ayuda! Pedí ayuda, que abrieran o que hicieran algo. Pero recuerdo que los de Migración en ningún momento hicieron por querer abrir la puerta. Nos dejaron encerrados”.
“No sé ni cómo me sacaron. Yo solo escuché los relatos de mi mamá, de lo que le contaron, pues que llegaron los cuerpos de bomberos y ellos, no sé cómo abrieron la puerta donde comenzaron a sacar los cuerpos de los fallecidos y a los que estábamos vivos. Y también me dijeron que me trasladaron para la Ciudad de México en avión”.
“Cuando fui tomando un poco más de conciencia, comienzo a preguntar por mis amigos, Enrique, Milton y Andrés, no me daban ninguna respuesta, no me decían nada. Nada”.
Te puede interesar: Informe «No me dejen morir aquí».
Al igual de Brayan, Enrique, Milton y Andrés salieron de El Salvador rumbo a Estados Unidos, pero fueron detenidos por agentes del Instituto Nacional de Migración y recluidos en la estancia en Ciudad Juárez, donde murieron esa noche del incendio.
“Mi mamá me da la noticia de que ellos fallecieron en el incendio”.
“Tuve el alta del hospital el 2 de mayo”.
“Mi vida cambió mucho, yo sé que mi vida no volverá a ser igual”.
“Me sigo preguntando por qué no nos abrieron la puerta”.