Soy aldeano del Caserío Cañón Tisipe de Camotán, Chiquimula, Guatemala. Está muy bonito, hay un volcán, tiene playitas cerca, es muy verde. Del cielo me gusta que es bien bonito, bien azulito y de noche bien estrellado. Las fiestas patronales son el 6 de diciembre de la virgen de la Concepción. El día de la fiesta la gente baja a la iglesia, se hace una feria y una procesión donde la gente canta, también hay música y comida.
A mí me gustaba mucho ir a nadar al río Jocotán los domingos, cuando tenía tiempo. A veces iba solo y a veces con amigos. Aprendí solo con mi valor a nadar. También me gustaban los baños termales, como hace frío, el agua se sentía muy rica, calientita, salía bien relajado. Yo me dedicaba a la cosecha en el campo, sembrábamos maíz y frijol. Mi casa es de adobe, ahí vivíamos cuatro hermanos más, mi papá y mi mamá.
Soy una persona que me gusta bailar reguetón, mi cantante favorito es Enrique Iglesias, me gusta escuchar música romántica de Bronco, Marco Antonio Solís y me gusta ir a comer. Acá –en Estados Unidos– lo que más me gusta es el pollo dorado y las hamburguesas.
Estudié hasta primaria, la mera verdad, no me gusta mucho el estudio, me gusta más trabajar. Me gustaba estar junto con mi familia, platicar con ellos, estar con ellos, comer con ellos. Mi mamá cocinaba frijoles con huevo y frijoles con pasta. Me gustaba mucho el caldo de gallina que hacía y las tortillas calientitas. Yo me la pasaba comiendo esas tortillas bien calientitas, bien ricas. Me gustaba vivir ahí porque era el campo y me sentía libre, tenía muchos amigos. Salía a pasear y a divertirme en fiestas, tenía novia.
Me vine por necesidad, por un sueño de estar en Estados Unidos. Mi sueño era estar acá –en Carolina del Norte– trabajando, hacer las cosas que yo quiero, como una casa, tener un terreno y tener dinero para lo que necesite comprar, para ayudar a mi familia, para sacarlos adelante. Quería que mi familia tuviera una casa bonita y también sus alimentos.
Cuando me imaginaba Estados Unidos, pensaba que era bonito, como en las películas, con parques y sí, ha sido como me lo imaginé. Acá es divertido, hay lugares muy bonitos a donde uno puede ir. Me gusta caminar por las calles, por los parques.
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Pero las cosas también son difíciles. Quedé lesionado, con muchas quemaduras y eso me sigue afectando. Trabajo en la construcción, pero no siempre hay trabajo, unos días sí y otros no. Hay semanas que no trabajo un solo día. Me preocupa cuando no hay trabajo, me siento mal de no trabajar, no me siento tranquilo porque hay que sacar para la comida y para la renta y no siempre alcanza.
Mi mayor miedo cuando tenía que cruzar México, cuando venía migrando, era que me iban a agarrar y ya no iba a llegar a mi sueño. Pero durante el camino no tuve miedo. Mi miedo fue en Ciudad Juárez, cuando me agarraron. La cabeza se me puso en blanco, no supe qué hacer. Pensé que me iban a mandar para mi país.
Cuando se empezó a prender el fuego, pensé que ya no iba a vivir, porque iba a ser grave el accidente, y pensé que ya no iba a ver a mi familia. Perdí la conciencia, no sé cómo me sacaron de ahí. Solo me acuerdo cuando empezó el incendio y luego hasta el hospital. Mi papá estuvo conmigo cinco días. El boleto estaba para cinco días. También tenía que trabajar para que los demás comieran.
Cuando se fue mi papá, no sentí aflicción. Pensé que yo me iba a regresar a mi país. Pero por la ayuda que tuve de las organizaciones pude llegar a Estados Unidos. Quería seguir para adelante. Quería cumplir mi sueño de llegar a Estados Unidos.
Les diría a las autoridades algo malo por lo que pasó, yo no estoy bien de la mano ni de mi cuerpo, me dejaron varias heridas. No estoy agusto por lo que me pasó en Juárez. Por culpa de ellos, personas perdieron la vida.
La gente no debería perder la vida por querer migrar. Uno migra por la necesidad, por ayudar a su familia. Uno no quiere migrar porque tiene problemas en su país, o porque haya hecho algo malo. Es gusto de uno querer migrar, uno tiene un sueño y tiene su meta, de poder sacar a su familia adelante.
Me pone contento que ya estoy en mi destino. Me gustaría regresar a Guatemala en unos años, para ver a mi familia. Ya estando acá, los extraño.